Invitación exposición individual
Date : 19 enero, 2009
Que el destino de las cosas se decida en lugares pequeños
Camino por un desayuno que es un campo de golf, que es una isla, que es un jardín donde la maleza de filigrana descubre tesoros de mentira, ecos de objetos cuya esencia se perdió.
Disfruto de un paseo con elipsis y apenas me doy cuenta, pero cada vez que retorno al sendero tengo un tamaño diferente, quizás si muerdo ese dónut vuelva a mi tamaño de siempre. ¿Pero quién lo desea? Mejor no resistirse y dejarse llevar por la fuerza de lo suave o esta pesadilla de azúcar.
Una miniatura es la réplica abarcable de una supuesta realidad. En ella nos comprendemos. Una vieja costumbre burguesa llevaba a la gente pudiente a dimensionar sus posesiones encargando su reproducción a escala. Estas pequeñas piezas vuelven inofensivo aquello que representan, y permiten observarlo desde varios puntos al tiempo, para dejar claro quién posee a quién.
Este jardín de miniaturas sostiene un discurso fragmentario, quizás por sus perspectivas imposibles soldadas con trampantojos. Parece responder a la misma necesidad que los gabinetes de curiosidades, a una pulsión coleccionista que abarca todo tipo de objetos forzando relaciones entre ellos para recrear un universo abarcable. Se sabe que el primer nombre de El Jardín de las Delicias fue Una Pintura sobre la Variedad del Mundo. Como en el célebre tríptico, la línea del horizonte en La Isla de los Voraces se sitúa muy arriba, para permitir que nos adentremos en una red de detalles inestables. Como ante un decorado fantástico para niños, sentimos una extraña tensión. Lo que parece ingenuo esconde algo peligroso, más inquietante cuanto más edulcorado.
Esta exposición “Que el destino de las cosas se decida en lugares pequeños” es discretamente voraz, como el más modesto de los caprichos.
Texto expositivo por Graciela García
Santiago Talavera
Que el destino de las cosas se decida en lugares pequeños
Inauguración 29 de enero de 2009
Blanca Soto Arte Alameda 18, 28014 Madrid
Estáis todos invitados. Nos vemos allí 🙂